Adquiere preponderancia por su castillo en el camino de Salamanca. La Iglesia de Sta. María es de ladrillo y mampostería. Es monumento histórico nacional desde 1931. Alberga el Museo Interparroquial. En el centro del pueblo se halla la Iglesia de San Pedro. En la Ermita de Nuestra Señora de la Casita se alberga la imagen de la Virgen, una talla de vestir del s.XVIII.
Se encuentra a 58 kilómetros de Valladolid, más cerca de tierras zamoranas y salmantinas que de la propia capital, en un territorio inmensamente llano, y en el cual se elevan al cielo las dos esbeltas torres de sus edificios más interesantes, las iglesias de San Pedro y Santa María.
La primera de las iglesias que podremos visitar, es la Iglesia de San Pedro, en el centro de la localidad en la Plaza Mayor, donde también se ubica el Ayuntamiento. Declarada Monumento Histórico-Artístico, fue diseñada en el siglo XVI bajo estilos tanto góticos como renacentistas con materiales como el ladrillo y ornamentaciones en yeso y azulejos mudéjares.
Saliendo por una de las calles que parten de esta plaza, se llega a la Plaza de Santa María, donde se encuentra la iglesia del mismo nombre. Es del siglo XVI, renacentista, donde el material predominante es el ladrillo con argamasa de cal y yeso.
El otro edificio de interés dentro de la arquitectura religiosa, es la Ermita de la Virgen de la Casita, llamada así porque según cuenta la leyenda, un año de sequía, una mujer, Santa Catalina de la Cruz, se puso a orar para que lloviera, y apareció la Virgen, diciéndola que reuniera al pueblo y que se lo contara a toda la gente. Llovió y pidió que le construyeran un pequeño santuario, de ahí el nombre de la "Casita".
Otras construcciones a mencionar son el Ayuntamiento, del siglo XVIII, el antiguo Hospital del Buen Pastor fundado para ayudar a los pobres en el siglo XVII y cinco casas blasonadas de un notable atractivo, entre las que sobresalen la Casa del Inquisidor, con dos escudos del XVI; la Casa del Marqués de Gastañaga, de dos plantas, bodega y escudo del XVII, además de unos grandes huecos ventanales con rejería de forja; la Casa de los Beneficiarios de Santa María, con fachada de ladrillo y elementos neoclásicos rematada con un frontón y escudo representando el símbolo de la Virgen; la Casa de los Regidores, construcción del XVIII de ladrillo con dos escudos y tres balcones con hierros de forja y una cornisa preciosa y la Casa del Obispo, donde la fachada posee las armas eclesiásticas del Obispo Fernández Vadillo, Obispo de Cuenca.
Por último, y aunque no quedan muchos restos de él, hubo un castillo, situado en las últimas casas de Alaejos en dirección a Salamanca. Precisamente, en la calle que rodea estos restos, se ha instalado una Colección Etnográfica en la que se muestran más de mil piezas de oficios ya desaparecidos y utensilios de la vida cotidiana.
En el ámbito festivo, Alaejos tienen sus fiestas repartidas a lo largo del año.La Fiesta de los Quintos, el día de Nochevieja, donde se pide el aguinaldo por las calles y cinco días más tarde se realiza la tradicional repicada de campanas. Por San Antón , el 17 de enero, se bendice a los animales y se lleva a cabo la popular dejada de paja en la puerta de las mozas durante la madrugada. Los "Jueves de Compadres y de Comadres", donde los dos jueves anteriores al domingo de Carnaval, se sale al campo a disfrutar de una merienda con los amigos y en la cual, un día invitan los chicos y el otro las chicas. Celebran el carnaval y, como no, la Semana Santa con la procesión del Silencio del Viernes Santo. El 1 de mayo, otra vez los Quintos levantan en la Plaza Mayor, un álamo lo más alto posible.
La fiesta de la patrona se celebra el 10 de mayo, en honor a la Virgen de la Casita, con una romería y el tradicional baile que se conoce localmente como la "charambita". En el mes de agosto, tiene lugar la Fiesta del Emigrante con una capea en la dehesa. Las fiestas patronales del 8 de septiembre, se celebran con festejos taurinos, bailes y pasacalles animados por las peñas.
Alaejos, debido a su posición extraordinaria dentro del corredor de la N-620, en la conocida "Ruta de los Portugueses", dispone de un gran complejo hostelero con diversos hostales y restaurantes que permiten, no sólo el descanso, sino el disfrute de la gastronomía típica de la tierra, como las empanadas de chorizo o morcilla, los "arrastraos" o tortas hechas de masa y chicharrones, los "priscos" elaborados con manteca de cerdo, y las rosquillas dulces elaboradas con leche, harina y huevos, que una vez fritas reciben el peculiar nombre de "cagadas de gato".